miércoles, 7 de mayo de 2014

PERIODISMO DE ENTRETENIMIENTO

Ahora que el Colegio de Periodistas del Perú ha iniciado una campaña en contra de la televisión basura[1], empiezo a dudar más sobre lo que es el periodismo. Ya me había acostumbrado a revisar en mi FB rebotes de diarios peruanos sobre El valor de la verdad, Combate y La Paisana Jacinta.
Para actualizarme, con optimismo de invierno, navegué un rato por los soportes digitales de El Comercio y RPP, supuestos medios de información seria y veraz. La actualización sólo me confirmó que todo sigue igual[2]. Las noticias de siempre.



Se puede justificar el contenido por la necesidad de publicar información al minuto, por el  carácter veloz de Internet, porque hay que renovar el sitio constantemente para mantener enganchados a los consumidores. Si no, se van, y mientras menos visitas menos invertirán los empresarios en la publicidad, menos ganancias para nosotros pensarán los community manager. Pero, ¿acaso este tipo de noticias no se publican desde los días de la prensa chicha, antes de que las personas seamos sometidas por el tiempo de la red? Otra pregunta: ¿desde cuándo que Gisela le crea a Roberto es un hecho que merece ser informado?
Tal vez la estética se ha transformado en algo menos burdo, ya no hay calatas en portada, pero la prensa digital peruana hace continuismo del legado de la prensa chicha, cuyos objetivos eran desinformar y mantener alejados de una posición crítica a sus lectores. Hoy, el contenido simplón de los medios es utilizado para atraer a incautos que haciendo click en el titular llamativo compran la nota, financian al medio y son tentados a gastar su dinero con la sugerencia de sorprender a mamá en su día con una mercancía. Eso en la parte de política, claro, política es cómo seguir ampliando los tentáculos del modelo de vida capitalista.



Eso por un lado.

Por otro, los defensores del status quo mediático saldrán a afirmar que vivimos en un mundo globalizado y de libre mercado, donde hay que pensar comercialmente para que la empresa subsista. Que el entretenimiento también es una necesidad humana. Sí, ¿y desde cuándo el entretenimiento es algo tan espantoso?

Uno es lo que hace con lo que hicieron de él[3]. ¿Qué somos ahora los periodistas? ¿Publicistas de la noticia? ¿Se puede hacer más en este medio de periodismo industrial?


Los medios digitales de información se han transformado en catálogos con textos interesantes enmarcados por anuncios publicitarios;  el fin de las notas, en su mayoría, no es informar, sino vender. Hay que vender lo que la gente quiere comprar. Ley de la oferta y la demanda. ¿Esas notitas tipo informando que El equipo rojo fue sentenciado por no competir o cómo luce actualmente el elenco de Matrimonio con hijos son lo único que hay para rellenar su página de entretenimiento?

Sobre este punto, McLuhan decía que el medio es el mensaje, algunos teóricos afirman que hoy el mensaje es el mensaje: ¿qué nos dicen los medios cuando plantan en sus portadas un primer plano de Florcita?
Que somos unos imbéciles. Disculpen la falta de tolerancia, pero sólo puedo calificar así a quien no se da cuenta de que están perjudicando su inteligencia para que una gran minoría de terceros engrose sus billeteras.

Suena medio hipócrita que los periodistas, cuyos antepasados, malhechores de esta profesión noble, expandieron la escuela del sensacionalismo-amarillismo que data hasta la fecha, retomo, suena medio hipócrita que los periodistas que avalan el contenido y la forma de la actual prensa digital se quejen de la TV Basura cuando son los mismos periodistas quienes la usan para producir sus notas[4].

Los consumidores las compran. Es lo que les gusta, Luis, sugerirán. Pero, ¿por qué su eje siempre es lo trivial? ¿Es que no hay nada más? ¿Por qué no publican notas relativas al arte? ¿Es que somos marcianos quienes disfrutamos de la lectura, de una obra teatral, de la danza o de un buen concierto de música? ¿Acaso Fabricio Tórres del Águila, editor del sitio digital de El Comercio, y los Miró Quesada no disfrutan de estos espectáculos?

Ah, este incauto no ha visto la sección de Luces de El Comercio, dirán con suspicacia.

Aquí sus últimas noticias de la parte Libros[5]:
05/05/2014: FILBO 2014: así se lleva a cabo la participación peruana.
30/04/2014: Obras de García Márquez lideran ventas en en feria dominicana.
El en en de arriba es falla de origen.
29/04/2014: Hoy comienza la Feria del Libro de Bogotá.

Hay cuatro fotografías seguidas de Mario Vargas Llosa. Información sobre libros nada.

No obstante, el lunes 05 de mayo se presentó en el Auditorio del Instituto Raúl Porras Barrenechea la novela La taberna al pie del mar de Christian Essenwanger. El martes 06 se presentaron en el mismo lugar los libros del autor boliviano Georgette Canedo de Camacho, y en el Auditorio de la Casa de la literatura se presentó Aún los días con sol de Ysa Navarro. Y la lista sigue.

No se trata de que una actividad sea mejor que otra, no se trata de que leer una novela sea mejor que ver un programa de televisión. Está pasando que padecemos una notoria falta de interés de los editores de contenido por buscar información más allá de las rentas y la televisión. Creo yo que la forma de luchar contra el sensacionalismo de los medios, no es precisamente con la censura, sino con la competencia, ayudando a los miembros de esta sociedad a encontrarse con nuevas y diversas opciones de entretenimiento.  

Con bastante acierto, Eduardo Lavado, editor de Somos, comentaba que su padre se encargó de que un periódico estuviera siempre sobre la mesa de comedor. Nunca le impusieron que lea, pero la opción de hojear las noticias estaba a su alcance. Y picó el anzuelo.

Las opciones culturales también deberían estar siempre a nuestro alcance.
Está bien que la gente elija lo que quiera, pero estaría mejor aún si se completase la baraja de posibilidades, de modo que las opciones de entretenimiento sean más ricas y así el peruano pueda realmente elegir, y no que otros lo hagan, implícitamente, por él, como ocurre hoy.

Para lograr este ideal, se requiere de periodistas que no se vendan por una comida, como dijo Maiakovski. Se necesita también de estudiantes de periodismo que no piensen en enrolarse a los medios, porque es poderosa su máquina de transformación ideológica, y porque ahí un gran prospecto de periodista puede terminar escribiendo artículos sobre productos de belleza. El periodista de hoy tiene que pensar en crear su espacio en plena concentración de medios empresariales repartiendo información como repartiendo pizzas, el periodista de hoy tiene que hacerse respetar y debe sentirse más cercano al bienestar de la sociedad que a la seguridad de un jefe. Con las armas teóricas y técnicas que brindan las buenas universidades es posible que un egresado de la facultad de comunicaciones haga la competencia.


Por: Luis Palomino



[1] “¡Basta de televisión basura!”, el Consejo Directivo de este gremio exhortó a los propietarios de estos canales reemplazar a esos programas por otros que contribuyan a construir una sociedad mejor, con valores y principios sólidos. De: http://peru.com/actualidad/mi-ciudad/colegio-periodistas-canales-tv-basta-television-basura-noticia-246424
[2] Aeropajitas: http://www.youtube.com/watch?v=oV0S_frOpJw
[3] Jean Paul Sartre.
[4] Ver: http://elcomercio.pe/tvmas/television/valor-verdad-mariella-zanetti-nueva-invitada-noticia-1727544  

[5] http://elcomercio.pe/luces/libros

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