Para actualizarme, con optimismo
de invierno, navegué un rato por los soportes digitales de El Comercio y RPP,
supuestos medios de información seria y
veraz. La actualización sólo me confirmó que todo sigue igual[2].
Las noticias de siempre.
Se puede justificar el contenido por
la necesidad de publicar información al
minuto, por el carácter veloz de
Internet, porque hay que renovar el sitio constantemente para mantener
enganchados a los consumidores. Si no, se van, y mientras menos visitas menos
invertirán los empresarios en la publicidad, menos ganancias para nosotros
pensarán los community manager. Pero,
¿acaso este tipo de noticias no se
publican desde los días de la prensa chicha, antes de que las personas seamos
sometidas por el tiempo de la red? Otra pregunta: ¿desde cuándo que Gisela le crea a Roberto es un hecho que
merece ser informado?
Tal vez la estética se ha transformado
en algo menos burdo, ya no hay calatas en portada, pero la prensa digital
peruana hace continuismo del legado de la prensa chicha, cuyos objetivos eran
desinformar y mantener alejados de una posición crítica a sus lectores. Hoy, el
contenido simplón de los medios es utilizado para atraer a incautos que haciendo
click en el titular llamativo compran la nota, financian al medio y son
tentados a gastar su dinero con la sugerencia de sorprender a mamá en su día
con una mercancía. Eso en la parte de política, claro, política es cómo seguir
ampliando los tentáculos del modelo de vida capitalista.
Eso por un lado.
Por otro, los defensores del
status quo mediático saldrán a afirmar que vivimos en un mundo globalizado y de
libre mercado, donde hay que pensar comercialmente para que la empresa
subsista. Que el entretenimiento también es una necesidad humana. Sí, ¿y desde
cuándo el entretenimiento es algo tan espantoso?
Uno es lo que hace con lo
que hicieron de él[3].
¿Qué somos ahora los periodistas? ¿Publicistas de la noticia? ¿Se puede hacer
más en este medio de periodismo industrial?
Los
medios digitales de información se han transformado en catálogos con textos interesantes enmarcados por anuncios
publicitarios; el fin de las notas, en
su mayoría, no es informar, sino vender. Hay que vender lo que la gente quiere
comprar. Ley de la oferta y la demanda. ¿Esas notitas tipo informando
que El equipo rojo fue sentenciado por no
competir o cómo luce actualmente el elenco de Matrimonio con hijos son lo
único que hay para rellenar su página de entretenimiento?
Sobre este punto, McLuhan decía
que el medio es el mensaje, algunos teóricos afirman que hoy el mensaje es el
mensaje: ¿qué nos dicen los medios cuando plantan en sus portadas un primer
plano de Florcita?
Que somos unos imbéciles.
Disculpen la falta de tolerancia, pero sólo puedo calificar así a quien no se
da cuenta de que están perjudicando su inteligencia para que una gran minoría
de terceros engrose sus billeteras.
Suena medio hipócrita que los
periodistas, cuyos antepasados, malhechores de esta profesión noble,
expandieron la escuela del sensacionalismo-amarillismo que data hasta la fecha,
retomo, suena medio hipócrita que los periodistas que avalan el contenido y la
forma de la actual prensa digital se quejen de la TV Basura cuando son los
mismos periodistas quienes la usan para producir sus notas[4].
Los consumidores las compran. Es
lo que les gusta, Luis, sugerirán. Pero, ¿por qué su eje siempre es lo trivial?
¿Es que no hay nada más? ¿Por qué no publican notas relativas al arte? ¿Es que
somos marcianos quienes disfrutamos de la lectura, de una obra teatral, de la
danza o de un buen concierto de música? ¿Acaso Fabricio Tórres del Águila,
editor del sitio digital de El Comercio, y los Miró Quesada no disfrutan de
estos espectáculos?
Ah, este incauto no ha visto la
sección de Luces de El Comercio, dirán con suspicacia.
Aquí sus últimas noticias de la
parte Libros[5]:
05/05/2014: FILBO 2014: así se
lleva a cabo la participación peruana.
30/04/2014: Obras de García
Márquez lideran ventas en en feria dominicana.
El en en de arriba es falla de
origen.
29/04/2014: Hoy comienza la Feria
del Libro de Bogotá.
Hay cuatro fotografías seguidas
de Mario Vargas Llosa. Información sobre libros
nada.
No obstante, el lunes 05 de mayo se
presentó en el Auditorio del Instituto Raúl Porras Barrenechea la novela La taberna al pie del mar de Christian
Essenwanger. El martes 06 se presentaron en el mismo lugar los libros del autor
boliviano Georgette Canedo de Camacho, y en el Auditorio de la Casa de la
literatura se presentó Aún los días con
sol de Ysa Navarro. Y la lista sigue.
No se trata de que una actividad
sea mejor que otra, no se trata de que leer una novela sea mejor que ver un
programa de televisión. Está pasando que padecemos una notoria falta de interés
de los editores de contenido por buscar información más allá de las rentas y la
televisión. Creo yo que la forma de luchar contra el sensacionalismo de los
medios, no es precisamente con la censura, sino con la competencia, ayudando a
los miembros de esta sociedad a encontrarse con nuevas y diversas opciones de
entretenimiento.
Con bastante acierto, Eduardo
Lavado, editor de Somos, comentaba que su padre se encargó de que un periódico
estuviera siempre sobre la mesa de comedor. Nunca le impusieron que lea, pero
la opción de hojear las noticias estaba a su alcance. Y picó el anzuelo.
Las opciones culturales también
deberían estar siempre a nuestro alcance.
Está bien que la gente elija lo
que quiera, pero estaría mejor aún si se completase la baraja de posibilidades,
de modo que las opciones de entretenimiento sean más ricas y así el peruano
pueda realmente elegir, y no que
otros lo hagan, implícitamente, por él, como ocurre hoy.
Para lograr este ideal, se
requiere de periodistas que no se vendan por una comida, como dijo Maiakovski.
Se necesita también de estudiantes de periodismo que no piensen en enrolarse a
los medios, porque es poderosa su máquina de transformación ideológica, y
porque ahí un gran prospecto de periodista puede terminar escribiendo artículos
sobre productos de belleza. El periodista de hoy tiene que pensar en crear su
espacio en plena concentración de medios empresariales repartiendo información
como repartiendo pizzas, el periodista de hoy tiene que hacerse respetar y debe
sentirse más cercano al bienestar de la sociedad que a la seguridad de un jefe.
Con las armas teóricas y técnicas que brindan las buenas universidades es
posible que un egresado de la facultad de comunicaciones haga la competencia.
Por: Luis Palomino
[1]
“¡Basta de televisión basura!”,
el Consejo Directivo de este gremio exhortó a los propietarios de estos
canales reemplazar a esos
programas por otros que contribuyan a construir una sociedad mejor,
con valores y principios sólidos. De: http://peru.com/actualidad/mi-ciudad/colegio-periodistas-canales-tv-basta-television-basura-noticia-246424
[2]
Aeropajitas: http://www.youtube.com/watch?v=oV0S_frOpJw
[3]
Jean Paul Sartre.
[4]
Ver: http://elcomercio.pe/tvmas/television/valor-verdad-mariella-zanetti-nueva-invitada-noticia-1727544
[5]
http://elcomercio.pe/luces/libros
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