martes, 25 de marzo de 2014

ENTREVISTA #1

Kami Velvet
Fotógrafa independiente. Nació en octubre de 1987. Paseó por IPAD. Alguna vez viajó hasta Argentina para estudiar actuación. Está soltera, tiene una agenda de locos, y dice que trabaja mucho porque tiene que pagar su comida y sus deudas. Creencias religiosas: vegetariana. Facebook: Kami Velvet. A 224 personas les gusta esta página.


¿Es la primera vez que te entrevistan?
No, la primera fue para Perú.21, tenía que contar mi experiencia como fotógrafa.
Si el arte es una forma de expresión de la realidad, ¿cómo ves el mundo desde tu cámara?
Esquizoide. 
¿Cuál ha sido la fotografía más triste que has tomado?
Sobre el autorretrato. No sé si podría catalogar alguna de mis fotografías como triste, pero en todas existe algo que me conmueve. Roland Barthes habla sobre el punctum en su libro “La cámara lúcida” que es como una flecha, como un golpe en la boca del estómago, casi siempre alojado en algún detalle de la fotografía. Al ser mi trabajo autobiográfico,  este siempre incluye un detalle que me transporta a un momento de mi vida. Es como ver un álbum familiar, no puedo dejar de sentir nostalgia.
Si hablamos de equilibrio en una imagen, ¿qué cosa sería el contrapeso a tu figura en una foto?
La simetría, la frialdad, lo minimalista. El equilibrio es algo que me preocupa bastante a la hora de componer una fotografía y pienso que con esos tres factores puedo lograrlo. Los utilizo mucho: líneas, luces fuertes, espacios planos. Más que todo es una cuestión intuitiva y personal. Todos tenemos conceptos diferentes sobre lo que significa equilibrio.
¿Hay alguna persona viva o muerta a la que te gustaría tener la oportunidad de fotografiar?
La lista es muy grande, por eso te contestaré con lo más cercano. Me gustaría volver a fotografiar a mi abuelo paterno. Lo hice una vez antes de su muerte, pero fue una foto muy improvisada, sin que él se diera cuenta.
Me gustaría sentarlo en mi estudio y tener el mismo ritual que tengo con todas las personas a las que he podido fotografiar con tranquilidad.  No tuve la oportunidad de conocerlo bien porque él vivía en Arequipa y fueron pocas las veces las que pude ir a visitarlo. Sin embargo, puedo afirmar que él es la persona con la que más me identifico de toda mi familia. Mi abuelo Lucho fue un gran periodista y también amante de la fotografía.



¿A quién admiras?
Admiro a muchas personas, pero actualmente estoy investigando sobre el rol de la mujer en el arte, entonces tengo frescos los nombres de  Nan Goldin, Barbara Kruger, Hanne Darboven, Frida Kahlo, Yoko Ono, Marina Abramović, Jane Antoni,  Jenny Holzer entre otras.

Cuéntame un sueño tuyo, o sea, de esos que se tienen al dormir…
Tengo un sueño recurrente.  La locación se parece a una playa en la que solía veranear cuando era niña. Una ola gigantesca aparece de pronto, casi siempre me salvo, pero antes de hacerlo hay una antesala de desesperación. En mis sueños soy la única que está consciente, los demás van en cámara lenta.
Completa la frase: Si no fuese fotógrafa sería… ¿Por qué?
No sé que sería si no fuese fotógrafa. Antes de estudiar fotografía probé todas las opciones que me parecían atractivas. Ingresé a la universidad para estudiar periodismo, me fui a Buenos Aires para estudiar teatro, llevé cursos de artes plásticas y ninguna opción despertó tantas pasiones como la fotografía. Estoy segura que de todas formas nos hubiésemos encontrado en el camino.
Desde mi punto de vista, hay una proliferación de fotógrafos en Lima, aparecen con sus cámaras por todos lados. ¿Hay suficiente campo laboral para tantos? ¿El aumento de fotógrafos es positivo o es perjudicial para ustedes?
Es odioso generalizar, pero tener una buena cámara no te hace fotógrafo.
Sí, hay suficiente campo y para todos los gustos, de eso no hay duda.
Lo perjudicial, en términos comerciales, es cuando el fotógrafo no sabe valorar su trabajo y cobra baratísimo, entonces el trabajo de otros fotógrafos se ve afectado porque los clientes comienzan a pasarse la voz y dicen “pero si a mí me cobraron 50 soles” y ese tipo de cosas.
 Eso es lo único negativo, después es algo que no me interesa ni me afecta.
¿Cuál ha sido la ocasión más aburrida en la que has tenido que tomar fotos?
Nunca me he aburrido tomando fotos, pero hubo un tiempo en el cual trabajé haciendo sociales y fue emocionalmente devastador.

¿Existe algo en Lima que te parece necesario fotografiar?
Su destrucción.
¿Alguna toma imposible que quisieras lograr? ¿Un concepto que anhelas realizar?
Tengo muchas, pero aún creo que puedo lograrlas, así que prefiero reservarlas para esa ocasión.
¿A quién jamás le darías una cámara?
Soy una dictadora con mi equipo de trabajo. Solo les he dado mi cámara a otras personas tres veces. La tercera fue a un redactor que estaba de comisión conmigo y aseguraba que él podía tomar la foto que necesitábamos. Me sentí ofendida, pero aún así decidí darle mi cámara a modo de defensa porque sabía muy bien que le iba a salir cualquier cosa. Cuando regresó lo llevé a un rincón para revisarlas juntos y, claro, eran una porquería.
No le daría una cámara a personas como él, que creen que tomar una BUENA foto -porque una foto la puede tomar cualquiera- se logra haciendo clic en modo A.
Me contaste que eres bastante selectiva con las solicitudes de amistad en Facebook, ¿tantas recibes? ¿Te sientes como una rockstar de la imagen?
No, para nada, lo hago por seguridad porque soy paranoica. Es más, no tengo agregados a mis familiares más cercanos (mis padres y hermanos) porque hay personas en mi lista de contactos a las que no conozco de verdad y no tienen porqué enterarse de cosas que yo no deseo mostrar. No tengo muchas fotos familiares, no me interesa colocar datos sobre mi ubicación, no uso smartphone y ese tipo de cosas. Mi meta es dejar de usar mi Facebook personal y sólo actualizar el fan page, porque -por ahora- el Facebook me sirve para mostrar mi trabajo.
¿Te miras mucho en el espejo?

Sí, es un ejercicio saludable de reconocimiento.

¿A quién le darías una cámara para que te fotografíe?
Es contradictorio, pero no me gusta que me tomen fotos.
¿Cuál es el mensaje en tus fotografías?

La fotografía es un instrumento de búsqueda personal y a través de estas experiencias hablo sobre temas cotidianos. La pérdida, la muerte, la soledad y el desapego. Busco  hablar sobre estos temas y llevarlos a la reflexión.         

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